Desdoblamiento por jair caraveos ycomo hacer un viaje astral (manual)

El desdoblamiento
Este fenómeno es conocido desde antiguo como bilocación, la facultad de estar presente en dos lugares a la vez y en el mismo tiempo. En la historia de algunos santos católicos, como San Francisco Javier, nos encontramos casos demostrativos.
Se desdobla aquel que sale su alma, o se proyecta, fuera del cuerpo (aunque sigue conectado a éste) siempre en el mismo contexto de espacio-tiempo. Dicho de otra forma, el desdoblamiento se produce tanto en cuanto el sujeto sigue estando en su propio tiempo, si se desplaza fuera de ese contexto a otro espacio-tiempo ya estaríamos hablando de un viaje astral. Sirva de ejemplo para entenderlo mejor: cuando se produce el fenómeno de salida del alma del cuerpo, si se comprueba de que se sigue estando en la habitación donde comenzamos la experiencia, podemos afirmar que se ha producido un desdoblamiento, sin embargo, si nos vemos en la Roma de los césares de hace dos mil años es obvio que se trata de un viaje astral.
Para evitar futuras confusiones, y habiendo reconocido ya que el cuerpo astral sirve como vehículo y soporte para el alma, nos referiremos siempre al cuerpo astral. Los desplazamientos de este por el espacio traen en consecuencia el conocimiento de una nueva óptica del conjunto que nos rodea. No se debe confundir nunca el concepto de desdoblamiento con el de viaje psíquico, que es una forma de viaje telepático que tiene el individuo en trance profundo y que normalmente sirve para extraer visiones de lugares, personas y acontecimientos sin haber estado allí.
Tanto unos como otros experimentos no deben realizarlos aquellos que padezcan enfermedades del corazón de cualquier especie; tensión alta; cualquier seria afección de los nervios, sistema circulatorio o respiración. También aquellos que su estado emocional o psíquico lo desaconseje.
Proceso Técnico:
Las técnicas de autohipnosis suelen ser muy útiles para este tipo de experiencias, ahora, que si tenemos otros intereses se puede inducir a hipnosis a otro sujeto y probar con él . Ni decir tengo que quien no esté familiarizado con el mundo de la hipnosis procure realizar el experimento consigo mismo.
1. En primer lugar hemos de buscar el lugar donde realizar la experiencia. Para esto es recomendable, yo diría casi imprescindible, una ubicación tranquila y silenciosa, alejada del paso de personas que pudiesen interrumpir el ejercicio (cosa bastante fastidiada).
2. En segundo término, una vez logrado lo anterior, buscar una cama (o un colchón), algo donde podernos tumbar que no sea ni excesivamente blando ni duro. Aligerarnos de prendas que aprieten, mejor desnudos, y nada de llevar objetos metálicos encima tales como anillos, pendientes o colgantes. Ahora nos echamos tumbados mirando hacia arriba, de “supino”, posición recto espalda. Los brazos extendidos a los lados y las piernas hay que colocarlas juntas, no se han de cruzar los brazos ni las piernas.
3. Lo tercero es la respiración. Es fundamental que sea rítmica, es decir establecer un patrón de respiración que nos permita realizar la experiencia sin estar al tanto detalles tales como la forma de respirar. Se establece como bastante práctica la respiración en tres fases de llenado y vaciado. Explicado de la siguiente manera: (con los pulmones vacíos) llenar primeramente la cavidad inferior, es decir hinchar el estomago. A continuación la parte media, el pecho. Para terminar con el llenado de los pulmones en su parte superior, subiendo los hombros. Guardar ese aire algunos segundos; expirar lenta pero totalmente hasta sentir los pulmones vacíos y aguantar unos segundos. Hecho esto volver a inspirar como antes he indicado, lograr una continuidad y buscar que este acto sea más bien mecánico, de manera que no se deba prestar más atención en él. Es tan importante el modo se respirar que baste decir que con él aceleramos la circulación sanguínea, fundamental motivo para que el cuerpo astral vibre y tenga la oportunidad de desprenderse.
4. El cuarto paso es la autosugestión. Nos debemos relajar, “dejarnos llevar… más todavía, más, más…descansa, descansa; no te preocupes por nada, déjate llevar…relaaajate”. Algo así debemos pensar para relajarnos de nuestra tensión cotidiana; si nos concentramos en que “no debemos pensar en nada” será contraproducente, porque basta con pensar en ello para pensar que estamos pensando en ello, valga la redundancia. Pasados “X” minutos (cada uno tiene que tomarse su tiempo) es harto probable sentir un hormigueo en algunas zonas del cuerpo, que se va extendiendo ocupando el resto. Ahora fijemos nuestra atención al movimiento interno del cuerpo astral. El aura está irradiando energía, el cuerpo astral vibra como un diapasón; es el momento de la salida.
5. El quinto paso la proyección. Queremos salir y somos conscientes que ahora es el momento. Aumenta la sensación de que nuestro cuerpo pesa mucho, más, más todavía, mientras que por otra parte notamos cierta ingravidez que nos impulsa en dirección superior. Es buena técnica la de buscar sentir o notar que crecemos por los pies primero, para luego hacerlo por la cabeza. Parar. Volver a hacerlo. Parar. Ahora vamos a subir, subir, subir, … Según tengamos la autentica sensación de proyección se debe intentar girar astralmente sobre uno mismo para quedarnos mirando al cuerpo. A nuestro cuerpo.
Ya estamos fuera del cuerpo, es posible que notemos algunas presencias más aparte de la nuestra; es normal. No hay que sobresaltarse. Siempre que queramos podemos regresar al cuerpo sin esfuerzo ninguno, es más, cuando llevemos un tiempo ejercitando nuestras proyecciones veremos que es más difícil mantenerse lejos del cuerpo, que cualquier idea nos lleva a él.
Sensaciones extracorpóreas
Voy a enumerar algunas de las sensaciones que por experiencia sé que se pueden presentar: Algunos objetos que conocemos por nuestra experiencia sensorial cotidiana se vuelven fluidos, pastosos. Visiones e ilusiones ópticas de todo tipo; vemos gente, bosques, nubes, construcciones… Sensaciones de tipo olfativo. Olor a flores, rocío, aire puro, distintas fragancias y perfumes. Impresiones táctiles de objetos y cosas totalmente imperceptibles para el sentido de la vista. El sentimiento de conocer algunos lugares o personas, circunstancias y otros datos sin haberlos visto nunca, o sin tener conocimiento de su existencia.
fuentexcreditos
Balrock kashmir
Como hacer un viaje astral
Algunas personas hablan del “viaje” o “desdoblamiento astral” como de una situación en la que “algo” (nosotros, como entidad psíquica) se desprende o separa de otro “algo” (el cuerpo de carne y hueso, es decir el cuerpo físico). En realidad esto ocurre siempre que nos sumergimos en el sueño fisiológico, o sea, cuando el cuerpo se duerme. Quiere decirse que los sueños son “viajes astrales” o como se prefiera llamarlos. Aunque si hablamos de “sueño lúcido” queremos decir que estando en el “mundo onírico” nos damos cuenta del hecho de estar allí, mantenemos la lucidez, somos conscientes de ello (en mayor o menor grado) y, por tanto, podemos movernos a voluntad (a derecha, izquierda, arriba, abajo…, incluso dirigirnos a lugares concretos (al menos a la parte onírica de ese lugar o a su dimensión paralela).
Conviene saber que algunas veces se describe el fenómeno de ver el cuerpo físico acostado en la cama. Esto es muy fácil de experimentar si sabemos como efectuar la salida de nuestro cuerpo de manera consciente y voluntaria (algo que se produce de todas maneras cuando nos quedamos dormidos, aunque seguramente sin conciencia o lucidez de ello).
* Práctica de desdoblamiento astral consciente Nº 1
Tan sólo se trata de ser consciente del mismo proceso de dormirse. O sea, observar atentamente (pero muy relajadamente, claro) como el cuerpo se va durmiendo. Hay un instante realmente mágico en que uno puede separarse de su cuerpo a voluntad. Es el momento en que uno ni está despierto ni dormido totalmente (una frontera muy sutil). En ese momento precios uno «debe levantarse». Así como suena: levantarse. Debe uno sentirse como algo sutil y vaporoso incorporándose. Pero haciéndolo realmente… pues no se trata de imaginar nada. Si uno se levanta en el momento preciso entonces se produce voluntariamente lo que de todas formas iba a producirse espontáneamente (la separación del cuerpo físico y de la psiquis). Una vez que nos hemos levantado sí podemos mirar hacia la cama (y os advierto que la primera vez la impresión es realmente fuerte)… veremos a alguien durmiendo en nuestra cama y ¡oh sorpresa!… si somos nosotros (más bien nuestro cuerpo).
Desde luego, verse directamente el cuerpo desde esa perspectiva es totalmente distinto a verse en un espejo. Es una experiencia inolvidable. De hecho, lo habitual es que debido a la impresión despertemos inmediatamente. Luego podremos experimentar una segunda realidad onírica: si cuando nos separamos voluntariamente de nuestro cuerpo físico queremos flotar en el aire… veremos que podemos hacerlo. Basta con dar un saltito con esa intención y estaremos flotando maravillosamente en el aire.
¿Puede ser peligroso?
A mucha gente le encanta escribir y hablar sobre lo que no sabe. He escuchado a bastantes personas llenas de teorías, miedos y supercherías acerca de este tema. En el fondo me dan lástima porque hablan de lo que no saben y les gusta llenar las cabezas ajenas de sus propios traumas, dogmas, creencias y miedos. Pero el mundo es muy ancho y caben todas las creencias que quieras asumir.
Todos nos salimos de nuestro cuerpo cuando éste duerme plácidamente y viajamos por el infinito mundo onírico, esa dimensión paralela maravillosa de la que somos ciudadanos tanto como del mundo físico. Finalmente, cuando el cuerpo ha dormido bastante o se despierta…. volvemos a estar metidos de alguna forma dentro de él. Sólo una vez en toda la vida no regresaremos…. pero eso, como digo, sucederá inevitablemente una vez.
He oído cosas tan curiosas como que alguien extraño puede meterse en nuestro cuerpo mientras estamos fuera. Jamás he visto tal cosa. Nuestra psiquis (nosotros) estamos perfectamente unidos a nuestro cuerpo por un lazo que sólo se ha de cortar cuando nos toque morirnos, ese laza es el llamado «cordón de plata». Esas cosas sólo ocurren a aquellos infortunados que hacen todo lo posible para que su cuerpo sirva de vehículo a entidades ajenas y que se afanan en esa nada recomendable práctica del mediumnismo. Pero eso es otra historia…
Siempre regresamos a nuestro cuerpo cuando este se despierta. De hecho, volver a introducirse en el cuerpo produce una sensación extraña, como entrar en algo tosco y pesado. ¡Es tan grato experimentar la libertad de vivir lúcidamente en el Mundo Astral.
De todas formas no es preciso realizar la práctica anterior para viajar lúcidamente por el Mundo Astral. Si queremos visitar un lugar determinado podemos utilizar esta otra técnica, que es como un juego:
* Práctica de desdoblamiento astral consciente Nº 2
Mientras estén durmiendo imaginen vivamente que están en el lugar que quieren visitar. Siéntanse realmente allí concentrando relajadamente su atención en todas las sensaciones posibles. Por ejemplo: si quisieran ir a las Pirámides de Egipto siéntanse allí. Sientan la arena, el viento, el calor, el sonido. Muévanse con su imaginación como quieran: súbanse por alguna de ellas, toquen las piedras, exploren todos los rincones. Cuando su cuerpo se halla dormido: estarán allí donde pensaron.
* Práctica de desdoblamiento astral consciente Nº 3
Esta es para las personas que realmente entienden la importancia de su relación con el Mundo Onírico. Justo en el momento de despertarse hay que mantener los ojos cerrados y no moverse. A continuación imaginar vivamente (y relajadamente, no lo olviden) que están en el lugar que quieren visitar, tal como se describe en la práctica 2. Muévanse por ese lugar y no se preocupen de más. Cuando su cuerpo se duerma otra vez estarán allí. Está claro que esto no es para los que tienen prisa por ir al trabajo o a la escuela. Observaran que la clave reside en el sueño y en la lucidez o conciencia.
Una ayuda más para adquirir lucidez
Simplemente observa su habitación detenidamente mientras se esta acostando. Pero no la observes como todos los días sino con si fuese algo nuevo, diferente, maravilloso. Al tiempo que lo hagas repite muchas veces algo así:
“Ahora me voy a dormir. Si me encuentro en otro lugar o con otras personas es que estoy en el Mundo Astral. Me daré cuenta, me daré cuenta, me daré cuenta”
Repetidlo muchas veces y muchos días. Pero siempre como si lo hicieseis por primera vez. Os ayudará a ser conscientes en el sueño. Una vez que toméis conciencia de que vuestro cuerpo está dormido y vosotros en otro lugar… moveos a donde queráis. Vivid lo que llamaremos la 4ª experiencia: en el mundo onírico podemos trasladarnos a donde queramos instantáneamente y explorar todos los rincones de ese maravilloso mundo.
En realidad todo es más fácil de lo que podáis pensar. Pero sólo vale la experiencia propia. Aunque ya se sabe que tenemos una extraña tendencia a complicarlo todo.
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