Hikikomori, ¿Suicidas potenciales?

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hikikomorifrancesco_jodice-hikikomori-2grEl porqué
La sociedad japonesa es muy exigente. Quizás no tanto como la española (joder, me he cargado el detector de ironías), pero los jóvenes japoneses sufren mucha presión durante toda su juventud:
  • Para hacernos una idea, hay tanta obsesión por el triunfo, que existen casos extremos donde se tiene que superar un examen de ingreso para entrar en… la guardería. Y claro, si tienen que entrar en las mejores guarderías, es porque se tienen que preparar para el mejor… parvulario.
  • Si vamos siguiendo con la ruta de la presión adolescente, pasamos por escuela primaria, secundaria, lo que sería nuestro bachillerato… Y llegamos al ingreso a la universidad.
  • Gran cantidad de estudiantes dedican un año en exclusiva a preparar el examen de acceso a la universidad, lo que vendría a ser nuestra selectividad. Lógicamente, a más prestigiosa la universidad, más difícil entrar, y la mejor de todas, pues la Universidad de Tokio, claro.
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  • Una vez han acabado la universidad, lo tienen crudo para encontrar un trabajo. Muchos sólo consiguen media jornada y normalmente no llegan a conseguir contrato fijo. Todo eso, con bajos sueldos, y muchos gastos.
  • Más focos de presión: la caña que le pudieran meter los compañeros de clase por distintos motivos (si están gorditos, no les van bien las notas, no son buenos atletas, no tienen mucho dinero, etc.). Mira que son crueles los niños.
  • Por último, parece ser que muchos hikikomori son superdotados que no han recibido la educación especial que requerían, y esto les puede crear problemas psicológicos.
Bien, ahora que amamos la vida por no tener estos problemas, sigamos.
¿Y qué hacen ahí metidos?
  • Suelen buscar refugio en su universo personal: videojuegos, internet, mangas, dibujos animados, fetichismo. Pueden hacerlo así porque gracias a la Red, tienen acceso a todo sin moverse de sus cuartos. Dejan de ir al colegio, trabajo, no tienen responsabilidades…
  • Normalmente depresivos, no tienen amigos, y viven al revés que el mundo, o como los jóvenes normales en fin de semana: durmiendo por el día, y haciendo vida por la noche.
  • Por supuesto que su vida sexual es nula, o mejor dicho, se reduce al onanismo. Ya, sé lo que pensais, que para eso no hay que buscar a un hikikomori, que lo hace cualquier adolescente o joven. Pues también es verdad.
Para finalizar, y que nos hagamos una idea de un caso real, están las declaraciones de un reportero de la BBC, que hizo un reportaje al respecto:
lo conocí sólo como el muchacho en la cocina. Su madre, Yoshiko, no me dijo su nombre temerosa de que los vecinos descubrieran su secreto. Su hijo tiene 17 años. Tres años atrás estaba triste con la escuela y empezó a hacerse la rata. Un día entró a la cocina, cerró la puerta y se negó a volver a salir. También impide el ingreso de nadie. La familia debió construir una nueva cocina. El baño está pegado a la cocina, pero él sólo se baña una vez cada seis meses
No sé vosotros, pero yo me salgo un rato a que me dé el aire…
El tener un hikikomori en la familia normalmente es considerado un problema interno de esta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia psicológica. Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la madre, la cual se siente sobreprotectora con su hijo.
En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el niño ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente esperan debido a la falta de otras opciones. (otra causa de que esto aumente si los padres japoneses son unos inútiles)
Normalmente no se fuerza (o se tarda mucho en hacerlo) de forma radical al niño para que vuelva a integrarse a la sociedad. Tener un hikikomori en la familia es a menudo vergonzoso, y es considerado en Japón un problema interno de la familia. Los colegios y asistentes sociales pueden hacer preguntas, pero normalmente no se involucran en la situación. Muchos padres de hikikomori toman la decisión de enviarlos al extranjero, confiando en que el cambio de ambiente los ayude, pero lo único que hacen es pasarle el problema a la familia anfitriona, siendo esta la forma en que se conoció el problema en Occidente.
Tratamiento
Hay diferentes opiniones sobre el tratamiento que debe seguir un hikikomori, y las opiniones a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental. Los expertos japoneses normalmente sugieren esperar hasta que el hikikomori se reincorpore a la sociedad por su propia voluntad, mientras que los médicos occidentales piensan que hay que forzarlo si es necesario.
En cualquier caso, es necesaria una ayuda psicológica, ya que muchos padres se ven abrumados por los problemas de un hikikomori. Aunque hay algunos médicos y clínicas especializados en ayudar a jóvenes hikikomori, muchos de ellos y sus padres aún sienten falta de apoyo a sus problemas.
SOLTEROS PARÁSITO
Éste es un término japonés para definir a la gente que vive con sus padres hasta cerca de los 30 años. Se cree que lo hacen para poder disfrutar de unos cuidados y una vida confortable que por sí mismo no serían capaces.
Esta expresión es muy utilizada en la cultura japonesa aunque en Italia o España también la podemos oír.

Origen
El profesor Masahiro Yamada de la Tokio Gakugei University y en su libro “La era de los solteros parásitos” 1999, fue quien usó por primera vez esta expresión que se ha hecho tan popular y tan acuñada en la cultura japonesa. El profesor Yamada, se refería a las parejas casadas que viven con uno o ambos padres, lo cual derivó en la expresión “pareja parásita”, pero esta expresión es menos conocida ya que no es una forma común de vida en Japón.

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Situación
Se calcula que en 1995, en Japón habían 10 millones de solteros parásitos, de los cuales un 60% eran hombres y un 80% mujeres entre 20 y 34 años viviendo con sus padres.
hikikomoriAlgunos jóvenes ayudan en el hogar o pagan una parte de la renta, pero la mayoría no lo hacen, incluso, a parte de tener hospedaje gratuito, reciben dinero de sus padres, algunos lo ahorran pero otros lo gastan en lujos. Por eso muchos jóvenes no desean dejar el hogar familiar hasta contraer matrimonio.
Los padres normalmente disfrutan viviendo con sus hijos, les ofrecen protección a cambio de su compañía. Y muchos lo ven como una inversión para su futuro, la vejez, ya que consideran que los jóvenes se verán obligados a cuidarlos, porque es una tradición japonesa que los jóvenes cuiden de los padres ancianos.

Causas
La causa principal es la económica a parte de que si los jóvenes se establecen por su cuenta han de limpiar y cocinar por si mismos y acarrear con los gastos de un hogar. La gran mayoría de la población japonesa está concentrada en las ciudades, así que todo el empleo y las opciones de entretenimiento están más al alcance de los jóvenes si viven en la casa familiar ya que si se establecen por su cuenta, vivir en la ciudad les saldría muy caro y trabajo extra.
Estas causas son para los jóvenes que quieren vivir cómodamente pero aquí también están los hikikomoris, que se aíslan de toda la sociedad, pero esto es ya la enfermedad anteriormente comentada.
Efectos
Algunos de los efectos de los solteros parásito, es la subida del promedio de edad para el matrimonio, las mujeres tienen hijos más tarde y, a causa de la edad, tienen menos número de hijos.
Muchos de los solteros parásito tienen carreras y trabajos con ingresos importantes pero no gastan sus ganancias en bienes duraderos (piso, muebles, electrodomésticos…) si no que lo hacen en bienes de lujo y caprichos, sobretodo ahora que se ha puesto de moda en Japón las marcas Gucci, Prada….
También hay que decir que el coste de la vivienda ha disminuido como consecuencia del aumento de personas en el hogar, por lo tanto no es lo mismo pagar una vivienda entre 5-6 personas que para un solo joven.
Controversia
Los solteros parásito son acusados de un gran número de los problemas de Japón, como por ejemplo el gran bajón de la tasa de nacimientos y el incremento del crimen.
El profesor Masahiro Yamada, sostiene que las mujeres son prácticamente las culpables, aunque por suerte, mucha más gente opina que los adultos jóvenes no les queda otra opción que convertirse en solteros parásito dada la difícil situación económica, teniendo que elegir entre carrera y familia.
AQUI VIDDEOS REALCIONADOS





AQUI COMO SERIA UN HIKIKOMORI

ESTA VERSION ES DEMASIIADO RADICAL Y HABIAN IMAGENES DE REVISTAS PORNO NO HENTAI NADA QUE VER ESAGERARON DEMASIAdo para mi gusto




CREDITX
www.klownsasesinos.com/reportajes/49-reportaj…
paspartu.obolog.com/hikikomori-163257
blazestuff.blogspot.com/…/los-hikikomori.html
Hikikomori en japonés significa inhibición, reclusión, aislamiento y este es el nombre que se ha puesto al trastorno que padecen cerca de 1.200.000 chicos japoneses.
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Estos adolescentes deciden encerrarse en su habitación o en una parte de su casa después de suspender un examen o tener un desengaño amoroso y lo que empieza por una chiquillada acaba convirtiéndose en años de reclusión voluntaria. La familia resignada no hace más que pasarle la comida sin poder mediar palabra con él. En la habitación suelen tener TV, PlayStation y todo lo necesario para no tener que salir. Se suelen pasar la noche jugando a los juegos y las consolas que sus padres les proporcionan (que son todas las que quieren) y los días durmiendo.
Un corresponsal en Japón de BBC News relató su experiencia con uno de estos jóvenes: “lo conocí sólo como el muchacho en la cocina. Su madre, Yoshiko, no me dijo su nombre temerosa de que los vecinos descubrieran su secreto. Su hijo tiene 17 años. Tres años atrás estaba triste con la escuela y empezó a hacerse la rata. Un día entró a la cocina, cerró la puerta y se negó a volver a salir. También impide el ingreso de nadie. La familia debió construir una nueva cocina. El baño está pegado a la cocina, pero él sólo se baña una vez cada seis meses”.
En una sociedad en la que tener un hijo con este trastorno es una vergüenza, donde si un menor deja de ir a la escuela nadie hace nada por él, donde este trastorno (que es descaradamente afectivo y psicológico) se atribuye toda la culpa a la familia y no se interviene de modo oficial para que el adolescente lleve una vida digna, lo más lógico parece que si un adolescente se encierra durante 5 años en su habitación nadie haga nada.
Las cifras son para preocuparse ya que 1 de cada 10 adolescentes japoneses sufren hikikomori y este fenómeno… se produce casi exclusivamente en Japón. Parece fácil sacar conclusiones al referirse a un sólo país, como que es una cultura opresiva con los menores, donde es mejor encerrarse que suspender un examen, es una sociedad muy centrada en los videojuegos y la tecnología pasando por alto las necesarias relaciones humanas, parece que estos chicos no están preparados para relacionarse o para solucionar un problema y que todo esto lleva a estos niños a buscar refugio en su habitación.
Para un adolescente es normal que no haya lugar mas seguro que sus 4 paredes, es como esconderte debajo de la manta o poner la cabeza bajo tierra como las avestruces, buscar el lugar donde nadie puede atacarte, nadie puede suspenderte ni dejarte, nada puede salir mal si nada arriesgas y en una situación de gran tensión social y emocional lo mas fácil es encerrarse y dejar pasar los años.
Dentro del trastorno hay diferentes perfiles: algunos salen por la noche pero rehuyen la compañía y la conversación, otros al sentir presión por sus padres para hablar o salir del cuarto se ponen violentos o amenazan con el suicidio, otros hablan un poco con la familia. El 41 % de los afectados están entre 1 y 5 años en sus habitaciones. Existen casos de comorbilidad con otros trastornos como depresión, ansiedad, agorafobia pero también hay casos en que no se da.
En Japón se están publicando muchos libros sobre el tema respondiendo a lo que supongo debe ser una alarma social pero subterránea (la familia suele esconder el hecho de tener un hijo en esta situación). Como es de suponer existen clínicas especializadas pero en ellas sólo ingresan los chavales que se prestan voluntariamente y el porcentaje es muy pequeño.
Expertos japoneses y extranjeros ya han dedicado extensos ensayos al fenómeno. El novelista y realizador cinematográfico Ryu Murakami lo explica como “la consecuencia del fenómeno de crecimiento de la economía japonesa durante la segunda mitad del siglo XX”. Algunos expertos consideran al hikikomori como una epidemia, aunque lamentablemente “subterránea”, al ser cómplice, en la mayoría de los casos, la familia del comportamiento “anormal” de estos muchachos.
Por su parte el psiquiatra Dr. Tamaki Saito apunta como causa de esta situación a las mentiras que se han ido propagando dentro sobre los valores históricos de la sociedad japonesa donde la poesía y la música tradicional celebran a menudo la nobleza de la soledad y la relación que en ese marco se establece entre los muchachos y el papel asignado a la madre, que cuida de ellos hasta bien entrados en la madurez.

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