Idioma mapuche

La lengua mapuche o mapudungun (literalmente: «el hablar de la tierra») es el idioma de los mapuches, un pueblo amerindio que habita en Chile y Argentina. Tiene alrededor de 440.000 hablantes con diversos grados de competencia lingüística. Ha influido el léxico del español en su área de distribución y, a su vez, el suyo ha incorporado palabras del español y del quechua. No ha sido clasificada satisfactoriamente y por el momento se la considera una lengua aislada.[1]

Contenido


Denominaciones

Sus hablantes llaman al idioma mapudungun o mapundungun("el hablar de la tierra"), mapuchedungun ("el hablar de los mapuches"), o chedungun ("el hablar de la gente"), mientras que los cronistas coloniales lo llamaron "araucano", "lengua de Chile" y también chilidungu que se supone que significa lo mismo. El término "araucano" fue acuñado durante la Conquista de Chile para llamar a la gente y a su lengua y se usó habitualmente hasta el siglo XX, sin embargo, el rechazo que provoca entre los mapuches[2] [3] ha motivado un paulatino abandono de su uso en los lugares que ellos habitan y el creciente uso de "lengua mapuche" o "mapudungun".

Clasificación 

No existe acuerdo entre los expertos acerca de la relación entre el mapudungun y otras lenguas americanas[4] y se la clasifica como una lengua aislada en espera de alcanzar una comprensión más acabada de los rasgos que puedan relacionarlo con otros idiomas.[1]
En una publicación de 1970, Stark consideraba al mapudungun un idioma emparentado con las lenguas mayas de Mesoamérica y al año siguiente, Hamp hacía lo mismo. En 1973 Stark afirmó que la lengua mapuche descendía de una lengua que denominó "yucha", que sería hermana del proto-maya y antecesora también del yunga de la costa del norte de Perú y de las lenguas uru-chipaya: el uruquilla de los uros que habitan en la actualidad en islas del lago Titicaca (Perú-Bolivia)y el chipaya, hablado en el departamento boliviano de Oruro. Esta segunda propuesta fue rechazada ese mismo año por Campbell.
Las investigaciones de Mary Key, publicadas en 1978 y los años siguientes, consideran al mapudungun relacionado con otras lenguas de Chile: el kawésqar y el yagán, ambas habladas por pueblos nómades canoeros de la zona austral y a punto de desaparecer, y con las lenguas chon de la Patagonia, algunas extintas y otras cercanas a ello. Sin embargo, según esta autora existe un parentesco más cercano entre el mapudungun y las lenguas pano-tacanas de Perú y Bolivia, cosa que también había señalado Loos en 1973. Key además propone relaciones con los idiomas mosetén y yuracaré del este boliviano.
En 1987 el lingüista estadounidense Joseph Greenberg propuso un sistema de clasificación de las lenguas americanas en que la familia amerindia incluía la inmensa mayoría de idiomas del continente, hasta ese momento agrupados en múltiples familias independientes.[5] Sólo quedaban fuera de este grupo la familia esquimo-aleutiana y la familia na-dené. Según esa clasificación, el mapudungun formaría parte de las lenguas andinas y dentro de ellas, del grupo meridional, junto con el alacalufe, gennaken, el patagón y el yagán. Para Greenberg, el "araucano" no era una lengua individual, sino un subgrupo compuesto de cuatro idiomas: el araucano, el mapuche, el moluche y el pehuenche.[1] Sin embargo, el método de comparación utilizado por Greenberg es controvertido[6] [7] y muchos lingüistas no aceptan la existencia de una familia amerindia o no consideran que la información disponible permita afirmarlo.
Viegas Barros discute parte de los postulados de Key y Greenberg al asegurar que no hay relación entre el mapudungun y las lenguas chon, ni entre estos dos con el kawésqar ni con el yagán.
Croese planteó la posibilidad de parentesco con las lenguas de la familia arawak, habladas en el noreste de América del Sur y en el Caribe.
Otras autoridades, como SIL International, lo clasifican como una de las dos lenguas que forman la familia araucana, junto con el huilliche,[8] clasificado usualmente como un dialecto divergente.
Su léxico ha recibido varios préstamos del quechua y del español.

Historia

La teoría sobre el origen de los mapuches que postuló Ricardo E. Latcham y que gozó de aceptación por un tiempo señalaba que un pueblo guerrero venido desde el este se introdujo entre picunches y huilliches, imponiéndoles su lengua y cultura; sin embargo otros indican que los pueblos desplazados eran quienes hablaban el mapudungun y los invasores lo adoptaron. Las teorías actuales consideran que es más probable que el origen de la gente y su lengua se encuentre en el actual territorio chileno, a partir de poblaciones cazadoras-recolectoras de la Zona Central que se habrían vuelto sedentarias.
A la llegada de los españoles, a mediados del siglo XVI, la lengua era hablada por los pueblos que habitaban la Depresión Intermedia y parte de la costa, entre Coquimbo o el río Aconcagua por el norte y el archipiélago de Chiloé por el sur. Estos pueblos eran llamados picunches, mapuches propiamente tales, huilliches y cuncos, en una extensión de unos 1800 km. A pesar de esto, los misioneros y cronistas aseguraban que las diferencias eran mínimas y que con esta Lengua General de Chile se podía viajar por todo ese territorio sin necesidad de conocer otra.[9]
En la época colonial el uso del idioma disminuyó paulatinamente entre el Valle del Aconcagua y la ribera norte del Biobío. El pueblo picunche, hablante de un dialecto particular, desapareció en parte por la muerte de sus integrantes a causa de las enfermedades, las condiciones de trabajo de la encomienda y las guerras, y en parte porque sus descendientes eran mestizos incorporados a la sociedad colonizadora.
Por el contrario, al sur del río Biobío y hasta el canal de Chacao, luego de la batalla de Curalaba en 1598, el mapudungun continuó siendo la lengua usual al ser hablado por los mapuches no sometidos a la corona española. Entre los siglos XVII y XIX se produjo el proceso de araucanización de la Pampa y la Patagonia que extendió el área de influencia mapuche hacia el este. En este proceso de expansión con fines comerciales y políticos, diversos grupos nómades entraron en contacto con los mapuches, a veces de forma violenta. Como resultado, estos pueblos sufrieron un proceso de aculturación en que abandonaron gradualmente sus lenguas anteriores y adoptaron el mapudungun, en algunos casos conservándolas en situación de bilingüismo o de diglosia. Ocurrió esto con los pehuenches (gente de las araucarias), de cuyo idioma anterior no quedan registros, con pueblos de la Pampa, con diversos pueblos conocidos como puelches (gente del este), de los que un grupo conservó en Argentina la lengua gününa küne hasta 1960. Los mapuches que viajaban al este se unieron a estos pueblos mapuchizados y adoptaron sus costumbres nómades dando origen a los ranqueles y otros grupos que durante el siglo XIX continuaron la expansión hacia el sur y el oeste, extendiendo la lengua mapuche por casi toda la Patagonia argentina, desplazando parcialmente al idioma tehuelche, que está al borde de la extinción desde fines del siglo XX, y al teushen, un idioma relacionado con el anterior (o un dialecto septentrional de él) que desapareció cerca de 1915.
En el archipiélago de Chiloé la población hablante de mapudungun llevaba pocos siglos establecida y convivía con los chonos y otros pueblos canoeros que hablaban una lengua diferente o varias. Los conquistadores españoles se establecieron en las islas a partir de 1567, dominaron a los huilliches y cuncos que la habitaban, imponiéndoles su lengua y costumbres. Sin embargo, luego de la batalla de Curalaba esta posesión española quedó aislada del resto del reino de Chile y en las condiciones de alto mestizaje y mezcla cultural que se produjeron en los dos siglos que duró esta situación, los españoles de toda condición hablaban español y mapudungun (en su dialecto veliche) por igual. Al respecto, el náufrago inglés John Byron señaló que los españoles preferían usar la lengua indígena porque la consideraban "más bonita"[10] y por la misma época el gobernador Narciso de Santa María se quejó de que los españoles se expresaban mal en castellano y bien en veliche y que la segunda lengua se usaba más.[11] Hacia fines del siglo XVIII un sacerdote señaló que ya había más familiarización con el castellano entre españoles y huilliches, pero que seguían haciéndose las confesiones en veliche. Este cambio en la situación a favor del castellano se debió en principio a las disposiciones emanadas de la metrópoli sobre la promoción de la lengua española en América. Luego de la anexión a Chile en 1826 aumentó la creación de escuelas en que se impartía el castellano y en el año 1900 ya se había extinguido el dialecto veliche y sólo quedan registros de él en un libro llamado "Estudios de la lengua veliche" y en la influencia que ejerció sobre el español de Chiloé.
A principios del s. XIX comenzó la guerra de Independencia de Chile y de Argentina y las parcialidades mapuches tomaron partido tanto por "realistas" como por "patriotas" y acompañaron a los ejércitos en sus batallas. En muchos casos, los combatientes llevaban a sus familias y si morían en la batalla, sus mujeres e hijos eran asesinados o capturados por los vencedores y eran llevados a vivir en la sociedad chilena. Al respecto, la viajera inglesa Mary Graham relata en su diario que había niñas mapuches que estaban bajo la protección de Bernardo O'Higgins, quien es considerado el "Padre de la Patria" de Chile, pues habían quedado huérfanas luego de ir con sus padres al campo de batalla; en un episodio ella cuenta que él conversó con las pequeñas en araucano para que ella pudiera oír cómo sonaba la lengua.[12] Él había aprendido el idioma en la niñez, mientras asistía al Colegio de Naturales de Chillán, porque allí también iban los hijos de los loncos de los alrededores.

Datos 

El número de mapuches en Chile, según el Censo 2002, es de 604.349, mayoritariamente en la Región de la Araucanía y en la ciudad de Santiago de los cuales una parte habla mapudungun. En Argentina se calcula que hay unos 300.000 en Neuquén, Río Negro, y Chubut.

Dialectos

Hacia el siglo XVI los primeros testimonios europeos afirman que el mapuche se hablaba en todo el territorio comprendido entre Coquimbo y Chiloé. Desde el primer momento se señaló la alta uniformidad de la lengua aun cuando su dominio era muy grande (comparado con el dominio de la mayoría de lenguas indígenas de América). En 1606, el sacerdote Luis de Valdivia escribió:
...en todo el Reino de Chile no ay mas de esta lengua que corre desde la ciudad de Coquimbo y sus terminos, hasta las yslas de Chilue y mas adelante, por espacio de casi cuatrocientas leguas de Norte a Sur ... perque aunque en diuersas provincias destos Indios ay algunos vocablos diferentes, pero no son todos los nombre verbos y aduerbios diuersos, y assi los preceptos y reglas deste Arte son generales para todas las provincias
El mapudungun comprende varios dialectos altamente inteligibles entre sí. La clasificación de los dialectos se remonta a Rodolfo Lenz (1895-1897), que sigue siendo válida en alto grado, tal como sugiere el trabajo más reciente de R. A. Croese (1980). De acuerdo con esta división existe tres grandes grupos de dialectos:
  • Picunche ('gente del norte')
  • Moluche-pehuenche
  • Huilliche o veliche (wiliche 'gente del sur') de la costa de Osorno y de Chiloé, que está muy influido por el castellano y a veces se considera una lengua separada.
Croese subdivide los tres grupos anteriores en ocho grupos, aunque se ha criticado esta última división más fina, porque no parecen tan consistentes, ni tan claramente diferenciadas.

Fonología y fonética 

Se distinguen 6 vocales, 19 o 20 consonantes y 2 semivocales. El acento y el tono no tienen valor fonémico.

Vocales [editar]


Anterior Central Posterior
Cerrada i ɨ u
Media e
o
Abierta
a

Consonantes 

El inventario fonético del mapudungo viene dado por:

bilabial labio-
dental
inter-
dental
dento-
alveolar
post-
alveolar
palatal retrofleja velar
oclusiva p
t


k
africada



ʧ

fricativa
f θ s ʃ

ɣ
líquida

l
ʎ ɹ
nasal m
n
ɲ
ŋ
aproximante w



j

Acento [editar]

El acento tónico no tiene valor fonémico y varía dependiendo de las palabras vecinas, el énfasis o la presencia de diptongos, entre otros. En palabras bisílabas habitualmente se cumple que cuando ambas sílabas son abiertas (terminadas en vocal) o ambas son cerradas (terminadas en consonante), el acento recae en la última. En caso de que sólo una de las dos sea cerrada, el acento recaerá en ella. Algunos ejemplos:
ruka 'casa'
chiñ 'nosotros'
narki 'gato'
yen 'luna'.
En las palabras de más de dos sílabas que tienen las dos últimas abiertas o cerradas, el acento recae en la penúltima. Si una sola de las dos es cerrada, ella será la que se acentúe:
williche 'huilliche'
pichiwentru 'niño'
warangka 'mil'
mapudungun 'lengua mapuche'.

Entonación 

Existe fluctuación en la pronunciación de las consonantes de acuerdo al estado de ánimo del hablante, y se considera que hay tres "tonos": afectuoso, neutro y despectivo. A pesar de reconocerse este hecho, no se puede hacer una delimitación exacta de la forma en que fluctúan las consonantes, pues es un fenómeno muy variable entre personas o incluso en una misma persona bajo diferentes situaciones.
Ejemplo:
Afectuoso: Feychi kushe ('Esa ancianita').
Neutro: Feychi kuse ('Esa mujer anciana')
Despectivo: Feyti kude ('Esa vieja')

Escritura 

Artículo principal: Escritura del mapudungun
Los mapuches no tenían escritura a la llegada de los conquistadores, por lo que para trascribirlo se usa el alfabeto latino. Los estudios de Augusta, Moesbach y Lenz condujeron a la invención de nuevos abecedarios que estaban menos influidos por la escritura del español. En el siglo XXI se usan siete u ocho grafemarios principales para escribir mapudungun , de los cuales los más aceptados son el Alfabeto Unificado y el Grafemario Raguileo.
El primero es un alfabeto romano con dígrafos y letras especiales (ch, l, n, ñ, ng, tr, t, ü) que fue elaborado por la Sociedad Chilena de Lingüística en 1988; por tanto el Alfabeto Unificado del mapudungun está formado por las siguientes 27 letras: a, ch, d, e, f, g, i, k, l, l, ll, m, n, n, ñ, ng, o, p, r, s, t, t, tr, u, ü, w, y.
Por su parte, el Grafemario de Anselmo Raguileo, es un alfabeto romano formado por 26 letras, en que cada sonido del idioma es representado por una sola letra; de modo que queda como sigue: a, c, z, e, f, q, i, k, l, b, j, m, n, h, ñ, g, o, p, r, s, t, x, u, v, w, y.
El Estado chileno promueve el uso de un grafemario que combina características de los dos anteriores y que fue creado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI). Este sistema recibe el nombre de Azümchefe (persona que enseña) y consiste de 28 letras: a, ch, z, e, f, q, i, k, l, lh, ll, m, n, nh, ñ, g, o, p, r, s, t, tx, u, ü, w, y, sh, t'. La versión de Windows XP en mapudungun,[15] lanzada el 30 de octubre de 2006, usa esta escritura.[16]
En un silabario del Ministerio de Educación de Chile publicado a principios de los años 1990 se presentaba el Adentu Nemul, una grafía triangular de derecha a izquierda, que según se decía fue inventado por los mapuches, pero que tiene aspecto de ser un fraude.[17]

AFI Unificado Raguileo Azümchefe Ejemplo Español Pronunciación aproximada
/a/ a a a malal corral Como la a española.
/tʃ/ ch c ch challwan pescar Como la ch del español estándar.
/θ/ d z z dungun lengua Como la z de cazador en el español del norte de España.
/e/ e e e epe casi Como la e española.
/f/ f f f afün terminar Como la f española. En algunos dialectos, al final de sílaba es como la v inglesa o francesa.
/ɣ/ g q q rag greda Parecido a la g intervocálica del español.
/i/ i i i in comer Como la i española.
/k/ k k k ko agua Como la c española delante de a, o y u.
/l/ l l l luan guanaco Como la l española.
/l̪/ l b lh lafken mar, lago, oeste Semejante a una l española, pero poniendo la punta de la lengua entre los dientes.
/ʎ/ ll j ll llangkaforo hombro Como la ll española en los dialectos sin yeísmo.
/m/ m m m mañke cóndor Como la m española.
/n/ n n n nag abajo Como la n española.
/n̪/ n h nh namün pie Semejante a una n española, pero poniendo la punta de la lengua entre los dientes.
/ɲ/ ñ ñ ñ ñuke madre Como la ñ española.
/ŋ/ ng g g nge ojo Como la n de anca o como la ng del inglés morning.
/o/ o o o oküllün desgranar Como la o española.
/p/ p p p poñü papa Como la p española.
/ɺ/ r r r rüngo harina Semejante a la r rehilada de algunos dialectos del español o a la r del inglés rat.
/s/ s s s sumel zapato Como la s del español americano o, al usar un tono afectuoso, como la sh del inglés.
[ʃ] sh sh sh shuka casita (afectuoso) Como la sh del inglés (es la variante afectuosa de s).
/t/ t t t tonton polilla Como la t española.
[t'] - - t' wet'wet' loco (despectivo) Como la t inglesa en tea (es la pronunciación despectiva de d).
/t̪/ t - - antü sol Semejante a una t española, pero poniendo la punta de la lengua entre los dientes.
/tɺ/ tr x tx trawa piel Como la tr del español chileno coloquial, semejante a la tr inglesa de train.
/u/ u u u umawtun dormir Como la u española.
/ɨ/ ü v ü wünen primero Es un sonido que se pronuncia poniendo la lengua como si se fuera a pronunciar u, y los labios como cuando se pronuncia i.
/w/ w w w, u willi, chaw sur, padre Semiconsonante: como la hu del español en hueso. Semivocal: Como la u española en causa.
/j/ y y y, i yeku, papay cormorán, señorita Como la y del español estándar en maya o rey.

Gramática

Es una lengua polisintética con elementos incorporantes; a grandes rasgos esto quiere decir que las palabras se forman por la aglutinación de morfemas y elementos léxicos en un grado tal que una sola palabra puede requerir traducirse a otras lenguas por una frase completa.
  • Ejemplo:
Palabra: Trarimansunparkelayayengu
Componentes: trari-mansun-pa-rke-la-ya-y-engu (ceñir-buey-aquí-SORPRESA-NEGACIÓN-FUTURO-MODO REAL-3ª PERS. DUAL)
Traducción: ¡Ellos dos no enyugarán a los bueyes aquí!

Género y Número Gramatical 

No existe género gramatical y el género natural se indica por medios léxicos, como wentru pichiche ('hombre-niño') y domo pichiche ('mujer-niño'); alka achawall ('macho-gallina') y domo achawall ('hembra-gallina') o alka ('gallo') y achawall ('gallina'). La oposición animado-inanimado se refleja en el uso de pu como marcador plural para nombres que denotan objetos animados; algunas autoridades dan yuka como equivalente plural para nombres inanimados.
El número gramatical se expresa principalmente en las terminaciones verbales, pero también existe el pluralizador ke para los adjetivos y pu para los sustantivos. En los verbos, el número puede ser singular, dual o plural, si bien en los dialectos del sur ("huilliche"), el dual ha caído en desuso y ha sido reemplazado por el plural.
  • Ejemplo:
Palabra: Wüdaleaiñ may, pu kona[18]
Componentes: wüdale-a-i-ñ pu kona
(separar-FUT-MODO REAL-1ª PER PLU PLU colaborador)
Traducción: Nos separaremos pues, colaboradores.

Pronombres 

Los pronombres personales son nueve en el mapudungun de la IX Región, mientras que en los dialectos de más al sur son sólo seis, por la falta del dual.
Persona Número
Singular Dual Plural
Primera
iñche iñchiw iñchiñ
Segunda eymi eymu eymün
Tercera fey fey engu fey engün
Existe un sistema complejo para indicar a los agentes y a los pacientes de una acción. Cada persona se combina con las restantes para indicar esto mediante sufijos relativamente regulares. Por ejemplo, -fiñ es "yo a él" y -enew es "él a mí".
Usualmente se usa el pronombre fey para todos los verbos en la tercera persona sin añadir las marcas de dual y plural engu y engün, que sólo se agregan cuando hace falta evitar alguna ambigüedad.
Algunos pronombres interrogativos son iney '¿quién?', chem '¿qué?', chew '¿dónde?, chumngelu, '¿por qué?', tuntem '¿cuánto(s)?'.

Verbo 

Los verbos pueden ser transitivos o intransitivos, neutros o impersonales y se conjugan en las tres personas y los tres números (singular, dual, plural), teniendo voces activa y pasiva y cuatro modos: indicativo, imperativo, optativo y subjuntivo. En el indicativo se distinguen estos tiempos: presente, imperfecto, futuro y perfecto. Los verbos incluyen información de dónde se localiza la acción y acerca de las emociones del hablante, así como del grado de certeza que tiene el hablante de lo que cuenta. Asimismo, la negación se incorpora a la forma conjugada.

Léxico [editar]

Las palabras compuestas son frecuentes en mapudungun, como küdaw 'trabajo', küdaw.fe 'trabajador', küdaw.we 'lugar de trabajo'.
Del mapudungun han pasado al español palabras como "poncho" (pontro)[cita requerida] y gran cantidad de nombres de plantas de la región habitada por los mapuches.
La numeración del 1 al 10 es la siguiente: kiñe, epu, küla, meli, kechu, kayu, relqe/regle, pura, aylla, mari; 20 es epu mari, 30 küla mari, 110 (kiñe) pataka mari y 1000, warangka. Tanto pataka como warangka son préstamos del quechua (< pachak, waranqa). Para formar los ordinales se añade al número los sufijos -lelu, -ngelu, -ngechi, con excepción de "primero" que también puede decirse wünen y "segundo", que puede decirse inan ("siguiente").

Estudios del mapudungun 

La primera gramática del mapudungun fue publicada por el padre jesuita Luis de Valdivia en 1606 (Arte y Gramática General de la Lengva que corre en todo el Reyno de Chile). Más importante es el Arte de la Lengua General del Reyno de Chile, del jesuita Andrés Febrés (1765, Lima) compuesto por una gramática y diccionario. En 1776 se publica en Westfalia Chilidúgú sive Res Chilenses... (3 volúmenes en latín) del sacerdote jesuita alemán Bernardo Havestadt. Según Rodolfo Lenz dicha obra tuvo su redacción final en español en 1765.
La obra de Fébres fue básica en la preparación de sacerdotes para las misiones religiosas en las zonas ocupadas por los mapuches después de 1810. Hubo una versión corregida en 1846 y un resumén, sin el diccionario en 1864. Una obra posterior basada en el trabajo de Febrés es el Breve Método della Lingua Araucana y Dizionario Italo-Araucano e Viceversa' de Octaviano de Niza, capuchino italiano, en 1888. Destruida en el incendio del Convento de San Francisco en Valdivia de 1928.
Con la llegada de Rodolfo Lenz a Chile en 1890. empiezan los estudios fonéticos y lingüísticos modernos del mapudungun. Ya no se trata de un fin pedagógico como la preparación de sacerdotes sino de investigaciones científicas. Los primeros resultados pioneros están los escritos de Lenz publicados en los Anales de la Universidad de Chile entre 1895-1897. Reimpresos como Estudios Araucanos, precedidos de Introducción a los Estudios Araucanos de 1896. De igual importancia dentro de esta tendencia son la Gramática Araucana (1903), Lecturas Araucanas (1910) y el Diccionario Araucano-Español; Español-Mapuche (1916) de fray Félix José Kathan de Augusta, capuchino bávaro. Además de Voz de Arauco (1944), estudio etimológico de fray Ernesto de Moesbach. Desde entonces proceden una serie de investigaciones más modernas en su enfoque lingüístico, fonético y léxico.

Parte de este artículo proviene de Promotora Española de Lingüística

0 comentarios:

Publicar un comentario